Fertilizaciones
Entendemos que hay una fuerte asociación entre pastura consumida por hectárea (kg MS/ha) y resultado económico (u$s de Margen Neto/ha). Un sistema de producción pastoril como el nuestro basa su negocio en poder transformar una gran cantidad de forraje producido dentro del campo en sólidos de leche de alto valor.
¿Cómo estamos con la fertilidad del suelo?
TamboDem se posiciona sobre suelos bien drenados, con escaso o nulo riesgo de anegamiento y con gran porcentaje de arena en su textura.
Basándonos en diferentes análisis de suelo podemos advertir el punto de partida con el cual iniciamos la actividad (hace casi cinco años) y la evolución de ciertos parámetros relevantes, como el nivel de fósforo (P) extractable, el pH y el contenido de azufre (S-SO4), entre otros.
En el siguiente cuadro se muestran los resultados de 2 análisis de suelo, realizados en el mismo lote, con un lapso de 3 años entre ambos.
La tabla muestra:
- Un pH levemente ácido, siendo el óptimo 6,5 a 7.
- Buen nivel de materia orgánica.
- Un nivel base de fósforo (P) muy bajo, objetivo +30 ppm.
- Pobres valores de azufre (S-SO4) siendo ideal +16 ppm.
Por lo tanto, si nuestro objetivo permanente es tener una máxima producción de forraje, debemos ocuparnos (salvo materia orgánica) de todos estos puntos, así como del calcio y nitrógeno para pasturas y verdeos de gramíneas.
Protocolo de fertilización
Fósforo (P)
Nuestra meta es contar con 30 ppm de P extractable en todo el predio. Para lo cual en la implantación de cada pastura aplicamos no menos de 200 kg por hectárea de fertilizante, ya sea MAP (fosfato monoamónico 11-52-0) SFT (superfosfato triple de calcio 0-46-0 14 Ca ) o SFS (superfosfato simple 0-21-0- 12S-20 Ca ). Aprovechamos también la siembra de cultivos anuales para agregar alrededor de 100 kg más de fertilizante fosforado.
Calcio, azufre y pH
En el período de implantación aplicamos no menos de 200 kg/ha de mezclas físicas de sulfato de calcio y carbonato de calcio. Y recientemente agregamos una re-fertilización al segundo año sobre pasturas implantadas, del mismo producto e igual dosis.
Nitrógeno
El objetivo es aplicar 225 kg de Nitrógeno (N) al año, necesarios para lograr 15 toneladas de materia seca de pasto/ha. Hoy nos ubicamos en 12,5 Ton. Habitualmente aplicamos urea (46-0-0) o sulfato de amonio (21-0-0-24% S).
Sobre pasturas implantadas con gramíneas realizamos cuatro aplicaciones de 125 kg/ha cada una, de urea azufrada con sulfato de amonio. Resulta oportuno agregar azufre con mayor regularidad debido a la gran movilidad que tiene en el suelo, similar al nitrógeno.
Los verdeos de invierno reciben 2 aplicaciones de UREA Azufrada, una al macollaje y otra a fines de julio para potenciar agosto y septiembre.
En tanto que para los maíces el objetivo es contar con 150 kg de nitrógeno en nitratos a la siembra.
Todo lo dicho para nitrógeno siempre queda sujeto al nivel de humedad del suelo y a los pronósticos de lluvias. Hay ocasiones en donde es recomendable no fertilizar, o por lo menos retrasarlo.
En todos los casos realizamos análisis de suelo y aportamos lo necesario para llegar a nuestra meta.