Un tambo es una unidad de producción de leche cruda.
Incluye la superficie asignada a la producción de comida, tanto pastoril como la de alimentos trasladados; y las instalaciones, como el tinglado de ordeñe, la manga y corrales, la instalación de la crianza (guachera), el taller de herramientas y las instalaciones para el personal a cargo, entre otros espacios operativos.
El término “tambo” (de origen quechua derivado de la palabra “tampu”) suele referirse al sector de vacas adultas, productoras de leche, y no necesariamente al sector de recría de la reposición, que puede llevarse en otro establecimiento.
Cómo funciona un tambo
El tambo funciona con la generación de la comida para las vacas: la pastoril, que son los forrajes que las vacas cosechan a pastoreo; los suplementos fibrosos, que son los cultivos que se conservan como silaje o heno; y los suplementos energéticos, que son los cereales y oleaginosas que se compran.
El personal administra estos recursos, para suministrárselos a las vacas, buscando satisfacer los requerimientos y minimizar los desperdicios.
La leche se produce a partir de vacas que inician lactancia. Para lactar una vaca debe parir.
La leche se cosecha mediante el ordeñe en una instalación donde concurren las vacas, dos veces por día. El ordeñe se realiza con un proceso mecánico de vacío y masaje alternados, que imita la succión del ternero. La leche es bombeada, filtrada y llevada al enfriamiento a 4 grados; se almacena a granel en un tanque y desde ahí la lleva el comprador, por camión, una vez por día. La máquina de ordeñe y la instalación se lavan dos veces por día.
Las vacas modernas están preparadas para bajar su leche sin la presencia del ternero que han parido. Los terneros son separados al nacer y se procura que logren un vínculo inmediato con el personal de la crianza artificial, mientras que las madres trasladan su propio vínculo al personal de ordeñe. La selección genética de muchos años ha logrado que estos procesos sean armoniosos.
El tambo entrega leche cruda, en condiciones para su acarreo y transformación en productos lácteos. El negocio del tambo es de producción primaria y no interviene en las etapas posteriores, de procesamiento y comercialización.