Sistema de aguadas presurizadas
El agua de buena calidad, en cantidad y accesible, es un factor fundamental para la producción y el confort de los animales.
Un consumo correcto de agua de bebida para vacas lecheras consta de cuatro factores: agua de buena calidad, en cantidad suficiente, disponible permanentemente, y un sistema de suministro adecuado para que todos los animales puedan beber rápidamente y sin dificultad el agua necesaria para desarrollar su producción (Bavera, 2011).
Según Lazzarini y Baudracco (2017), idealmente, se debería contar con aguadas distribuidas en el área de pastoreo (una cada 5 has aproximadamente) para garantizar la cercanía de los animales al agua. Se pretende que estos vayan a tomar en grupos de dos o tres a la vez, o sea que dejen el comportamiento conocido, de ir en grupo grande y permanecer en la aguada.
Como regla, se cree que los animales no deben caminar más de 220 metros hasta la misma.
Para cumplir estos objetivos en TamboDem incorporamos desde los inicios un sistema de agua presurizada con bebederos frecuentes. Como calculamos continuar con el sistema básicamente pastoril por muchos años, una buena distribución de agua dentro de la parcela se justifica, al menos en campo propio.
En TamboDem el suministro de agua subterránea se produce a través de dos bombas sumergibles. Éstas entregan agua primero a la placa pre enfriadora de leche, y desde ahí a tanques verdes cerrados, donde se la guarda para lavado y para los bebederos de las vacas. Hay 33 bebederos en las 235 hectáreas productivas, de manera que disponemos de uno cada 7has. El diseño de la red, y la dimensión de los componentes, se hizo con un profesional competente. Para esta red contamos con dos bombas, una de las cuales (alternativamente) mantiene presurizada el agua con un pulmón. La misma es expulsada dentro de la red, de polietileno de alta densidad con uniones por termofusión, (con presión nominal de 6 Kg) a los bebederos. Nuestras válvulas son de marca Jobe, importadas, pero ya existen marcas nacionales adecuadas.
Optamos por la economía de colocar los bebederos en los callejones, en vez de en cada parcela, considerando que es un campo alquilado.
Este sistema fue instalado creyendo que daría mayor producción de leche y una mejor distribución de la bosta en el campo.
Operativamente, los tamberos deben cuidar el suministro de agua, como en cualquier aguada. Deben mirar tanto la válvula en el bebedero, como la bomba. Cualquier mal funcionamiento produce estrés en las vacas y pérdida de producción.
Contar con una buena distribución de bebederos dentro del campo, además de cubrir los requerimientos de nuestro rodeo, nos permite utilizarla como medio para suministrar otros productos, tales como antiempaste, o sales de magnesio durante la época de preparto. Para colocarlos, usamos dosificadores de marca Peta (NZ): uno para el antiempaste (dosificador 12 horas), y otro para sólidos (dosificador de 24 horas). El producto, con la dosis indicada por cabeza, se coloca dentro de un bidón de 5 o 10 litros, con agua casi hasta arriba, de modo que apenas flote.
Como se trata de un intercambiador, la concentración al principio es mayor. El grado de seguridad es alto, si no hay charcos en el campo y no hay otros bebederos en el camino a la parcela. Desventaja: hay que llevar el producto a la parcela en el momento, no se puede anticipar el suministro.
En resumen, la distribución de bebederos a menos de 220 metros del rodeo representa una tecnología interesante, que requiere de una buena inversión, y de mantenimiento adecuado.